EL PIMIENTO Y EL TOMATE
El
Chute, como lo llamo yo. Una tarde sí y otra no, hago en la batidora una
especie de gazpacho con un tomate y un pimiento rojo de tamaño mediano. Le
agrego muy poco aceite virgen de oliva, un poco de pimienta negra y sal, y lo
tomo con cuchara. Cada uno lo puede hacer como más le guste.
LA IMPORTANCIA DE ESTAS DOS FRUTAS EN EL CÁNCER.
Es interesante incluir el pimiento crudo en la alimentación, formando parte de ensaladas. Contiene betacaroteno, licopeno, capsantina y otros flavonoides, que son pigmentos del grupo de los carotenoides vinculados a la síntesis de vitamina A. Estos ayudan a incrementar la producción de glóbulos blancos y refuerzan el sistema inmunitario. Además, tienen propiedades antioxidantes, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento celular y la aparición de enfermedades como el cáncer.
Las propiedades del pimiento verde, rojo o amarillo son bastante similares,
aunque las variedades rojas y amarillas contienen una mayor cantidad de estos
pigmentos. También es fuente de vitamina E, un gran antioxidante que previene
el deterioro celular, especialmente en el sistema cardiovascular y en los
músculos. Ayuda al correcto funcionamiento de la retina y de la visión en
general, así como a la coagulación de la sangre.
Contiene varias vitaminas del grupo B, principalmente la B6, pero también B1,
B2, B3 y B5. La vitamina B6 ayuda a mejorar el rendimiento energético de los
músculos, a cuidar la salud de la piel e interviene en el buen mantenimiento
del sistema nervioso. Aporta ácido fólico (vitamina B9), que interviene en la
síntesis de proteínas y en la producción de glóbulos rojos y ADN, siendo
fundamental para que la piel, el pelo y las uñas estén sanos.
El pimiento contiene salicilatos, uno de los principios activos de la aspirina,
por lo que tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios naturales. Por ello,
los pimientos pueden ayudar a mitigar el dolor reumático y articular. La
capsaicina, responsable del sabor picante de algunos pimientos, es un poderoso
antibiótico natural y también funciona como analgésico. Además, lejos de ser
perjudiciales para el estómago, el consumo de pimientos favorece los procesos
digestivos.
Entre los científicos de todo el mundo, lo que ha
despertado mayor interés es la capacidad del licopeno para prevenir, e incluso
combatir, el cáncer. Este hallazgo permitió a los científicos concluir que elicopeno, compuestos que protegen
a las células de los efectos de la oxidación". Según este experto, ingerir
salsa de tomate una vez a la semana reduce el riesgo de sufrir este tipo de
tumor en un 10 o 15 por ciento, mientras que las posibilidades disminuyen en un
30 o 35 por ciento si se hace dos veces por semana. Tras analizar los niveles
de licopeno y otros carotenoides en 109 mujeres de Boston, los científicos de
la Universidad de Harvard llegaron a la conclusión de que, a mayor concentración,
el riesgo de cáncer era menor.
El licopeno tiene la capacidad de retrasar la oxidación de las células y, por
ende, su multiplicación, lo que garantiza su capacidad preventiva. El siguiente
paso era comprobar si estas propiedades tenían una aplicación en la curación de
los tumores. En el último congreso de la Asociación para la Investigación
contra el Cáncer de Estados Unidos se presentaron los resultados de un estudio
dirigido por el doctor Omar Kucuk. Los especialistas sometieron a 12 pacientes
enfermos de cáncer de próstata a un régimen a base de una ración diaria de este
pigmento durante las tres semanas previas a su intervención quirúrgica. Tras la
operación, los autores del estudio constataron que los tumores no se habían
extendido a otros tejidos en la mayoría de los casos (el 67 %), mientras que en
el grupo que no había participado en el régimen, el cáncer se había extendido
en un 56 % de los casos.
El PIMIENTO
Son muy pocas las personas que saben que el pimiento tiene más
vitamina C que el tomate. Es riquísimo, incluso crudo. El pimiento es una
verdura rica en agua, hidratos de carbono y fibra, y tiene un bajo contenido
calórico (proporciona casi 28 kcal por cada 100 g de alimento). Destaca su
contenido en vitamina C y carotenos, sobre todo en los pimientos de color
rojo, siendo por ello una gran fuente de antioxidantes. Entre los minerales,
destacan el potasio, magnesio, fósforo y calcio, aunque este último apenas se
asimila.
Un buen zumo de pimiento y tomate diario puede prevenir que las células cancerígenas se inflamen. Quizás una de las razones por las que mis células disminuyeron durante el tratamiento de quimioterapia fue porque yo solía tomar diariamente un zumo de estas dos hortalizas. Seguiré haciéndolo, ¡y espero que tú también lo consideres!
Tessi Stone